Notas a la segunda edición del PROGRASSIU
Pestanyes primàries
Después de dejar reposar unos días la segunda edición del PROGRASSIU ya me encuentro en disposición de escribir una pequeña crónica de cómo lo viví. De entrada, muy contento porque la gente nos apoyó y en general se respiró entusiasmo con la propuesta.
La presentación, mesa redonda, o como se llame quedó interesante y distendida. El objetivo era que esta primera parte quedara ágil, comunicativa y isntructiva. Karles Torra situó el contexto histórico, el jazz en la posguerra y destacó el Club de Ritmo de Granollers, muy importante en el jazz de la posguerra. Particularmente me hizo mucha ilusión que entre el público se encontraran dos personas vinculadas a esta etapa, por una parte, el periodista musical Donat Putx, nieto del vicepresidente del Club de Ritmo, y por el otro, Vicenç Vacca, hijo del guitarrista de jazz Vicens Vacca. Karles terminó su exposición situándonos en el paso del jazz al rock y por extensión el rock progresivo que se desarrolló en este lado de los Pirineos.
El testimonio de los invitados sirvió para aportar una visión personal de cada uno de ellos. Manolo Elías, contrabajista de jazz y bajista eléctrico en formaciones como Om nos habló del impacto que recibió cuando en 1970 fue a Londres con Toti Soler para ver en directo a Miles Davis. Elías no profundizó demasiado en lo que significó para él el cambio de trabajar con músicos consolidados de jazz a formar parte de la generación del rock, pero dejó algunas pinceladas que dejaban entrever que lo vivió con total normalidad. Por su parte, Jordi Soley, el que fue el primer teclista de la Companyia Elèctrica Dharma nos habló del legado personal que heredó durante su etapa de músico con la Dharma. Reivindicó algunos de los temas de la música layetana como auténticos clásicos. A modo de ejemplo nos explicó la conversación que en algún lugar tuvo con Joan Saura, en la que ambos habían coincidido con el impacto que les había supuesto el hecho de ver en directo a la Orquesta Mirasol en el Palau de la Música. "Aquello era nuevo, dos músicos jóvenes como Xavier Batllés y Victor Ammann acompañados por auténticos maestros como Ricardo Rueda, Pedrito Díaz, Miquel Àngel Lizandra y la aportación de Cesar Vieira". Saura y Soley coincidían con que aquel conjunto marcaba un punto de inflexión. Soley insistió en que piezas como "To de re per mandolina i clarinet" o "Hancock" de la Orquesta Mirasol se habían convertido en himnos, clásicos, y añadió otros temas como la versión de "Sudamérica" de Barcelona Traction, entre otros.
A su vez, Toni Palacín expresó la libertad creativa que aporta el jazz, el hecho de haber sido una música perseguida, castigada, y como es y ha sido importante la aportación del jazz en otros estilos como el rock.
Finalmente, Jordi Sabatés nos acercó a su universo creativo, el trabajo llevado a cabo con Tete Montoliu, el acercamiento al rock, el jazz, la fuga del patrón, explicándonos qué le llevó a escribir y grabar Ocells del més enllà (Zeleste/Edigsa, 1975), una obra ineludible, en tres actos, para música de cámara con instrumentos de lo que sería un conjunto de rock y que transcurre entre la psicodelia, el rock, el jazz, el flamenco y la música brasileña. Toda esta inmersión en Ocells del més enllà y Sabatés como pionero del moog en España, fue todo un lujo de vivirla de las manos del mismo músico.
Imagen de parte de la exposición que se podía ver. (fotografía de Álex Falcó)
A la vez, fue especialmente emotivo que Jordi Sabatés estuviera con nosotros para ver con ilusión y curiosidad la que sería la versión que habían preparado de Ocells del més enllà el grup Trajecte Final. Una versión de la que estábamos especialmente orgullosos de haber logrado por lo que significaba a todos los niveles. La versión de Trajecte Final dirigida por Miquel Pascual contribuía a dar la vigencia necesaria, interés, y por encima de todo, comprobar que Ocells del més enllà es una obra que despierta interés y todo un clásico. Tuve una sensación brutal cuando Trajecte Final ofrecían aquella versión que respetaba el original en todo momento pero que aportaba algunos elementos propios, mientras en primera fila Jordi Sabatés observaba con atención y seguía el ritmo con el pie, una imagen brutal.
La segunda parte de la música en directo vino de la mano de Jordi Soley, al que acompañaban un grupo de músicos de lujo, entre los que destacaban nombres como el batería Marc Ayza y el percusionista Toni Español. Precisamente la batería y la percusión tuvieron un gran peso en el trabajo que desarrollaron en el escenario. Como importantes fueron los metales durante todo el directo del grupo de Jordi Soley. La formación de Jordi Soley tocó piezas como "Ones nones", "Sudamérica", "To de re per mandolina i clarinet" y "Hancock". Tomando el "To de re per mandolina i clarinet" se podía observar como Jordi Soley había hecho un planteamiento de los temas en que en todo momento respetó la melodía y el cuerpo original de la piezas, pero las vistió de una mirada propia, huyendo de la copia literal, con especial fuerza en los arreglos de metales y percusión, donde quedaba claro que por encima de todo, Soley tiene una mirada abierta, es un buen arreglista y un remarcable conductor.
En la parte final de la velada subió al escenario Emili Baleriola acompañado de Trajecte Final para ofrecernos una versión de "Prólogo", una pieza que forma parte de su primer ábum en solitario y que de alguna forma es representativa del camino entre el jazz, el rock y la psicodelia en la obra de Emili Baleriola.
La guinda del pastel la puso Toni Palacín que nos ofreció un final de fiesta de lo más original y divertido. Acompañado de Miquel Pascual al teclado, Josep Puigdollers a la batería y Álvaro Vicente al bajo eléctrico, Palacín se marcó una versión de "Di por que", un tema original de Mi Generación, formación que había destacado por las armonías vocales y las transiciones instrumentales. Después nos sorprendería con una versión a ritmo de swing del clásico "Stand by me" de Ben E. King, para acabar recordando y reivindicando a Marià Albero y la Sardineta con "No et creguis cuentos xinos", un tema según Palacín, que a aparte de invitar al baile tomaba cierta actualidad tras la polémica entre el alcalde Trias y la legislación de los clubes de cannabis. Un gran final de fiesta.