40 años del Bèstia! de Oriol Tramvia

  • Posted on: 9 July 2016
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Entre el 28 de octubre y el 1 de noviembre de 1976, Oriol Tramvia acompañado del grupo Bhakta ofreció una serie de actuaciones en el Zeleste de las que se extrajeron una serie de cortes que formarían el disco en directo Bèstia!. Si hacemos números nos daremos cuenta de que este año se cumple el 40 aniversario de la publicación de este álbum referencial y por eso me aprovecho de la efeméride para hacer una serie de reflexiones con la perspectiva que da el paso del tiempo.
Se tiende a etiquetar el Bèstia! de Oriol como uno de los primeros álbumes punks publicados en España. También se ha dicho que fue el primer punk catalán. Esta sería una etiqueta superficial que más allá del dato y la anécdota no tiene más importancia. De acuerdo que si uno ahora coge el formato vinilo del Bèstia! te impacta el agresivo, estridente y acertado diseño de portada que hizo Claret Serrahima. Y cuando después te pones a escuchar el disco lo podrías situar y clasificar dentro del llamado fenómeno punk o prepunk.


La canción que da título al disco que comienza al grito de "Bakunícese" en clara referencia a uno de los padres del anarquismo, el toque de guitarra y el sonido contundente de Bhakta aún nos trasladan más a la idea de que estamos ante el primer fenómeno punk de nuestro país. En la canción "Bèstia!" Oriol escupe frases como:
"... Quien tuviera una cerilla para el mundo quemar.",
Si bien es cierto que el Bèstia! podría ser un embrión del punk que poco después se desarrollaría en España anticipándose a bandas imprescindibles como La Banda Trapera del Río, o sucedáneos descafeinados como el primer Ramoncín o Kaka de Luxe.
En varias conversaciones que he mantenido con Oriol él siempre me ha dejado muy claro que cuando hizo el Bèstia! nunca quiso hacer un disco punk y menos erigirse como uno de los precursores de este género en la península. Él acepta con cierta resignación la etiqueta pero siempre insiste en que en aquel momento ni siquiera sabía lo que era el punk, ni los Sex Pistols, ni Sid Vicious ni todo aquel estallido punk que arraigaría en Inglaterra un año después, cuando a partir de 1977 se convertiría en un fenómeno de masas. Yo le creo, en primer lugar porque si nos fijamos estrictamente en las fechas, todo cuadra. Como hemos dicho al principio, en 1976 Oriol hace la serie de conciertos en el Zeleste que darían como fruto el Bèstia!. Entonces, el fenómeno punk, lo que entendemos que surge de Inglaterra con grupos como Sex Pistols, The Clash o The Damned por citar algunos, se encontraba en una fase más que embrionaria. No fue hasta bien entrado el año 1977 que todos estos grupos no se consolidaron hasta convertirse en una moda mundial. Si a esto le añadimos que aquí apenas se acababa de morir el dictador Franco y estábamos todavía bajo un régimen muy restrictivo y represor, es evidente que salvo cuatro privilegiados que iban y venían nadie conocía de una forma directa y en profundidad el punk inglés.

Descartada la copia y el reflejo en el punk inglés y la referencia de éste, me atrevo a decir que Oriol no era punk ni lo fue nunca. Me inclino a pensar que si algo fue Oriol es un artista auténtico, sincero y hasta cierto punto ingenuo. En cuanto a autenticidad Oriol siempre había sido un irreverente en toda regla. Sólo hay que ver antecedentes a la etapa del Bèstia!. En primer lugar en el Grup de Folk, del que formó parte como miembro más joven donde ya había hecho de las suyas como cantar ante la estupefacción de sus compañeros, el público y el censor de turno letras que sólo la casualidad y perplejidad del momento provocaron que no acabara arrestado, en prisión o vete a saber dónde. El mismo Eduard Estivill me contaba que durante una actuación del Grup de Folk, Oriol cantó la siguiente letra:
"... Cuando yo era pequeño me cagaba en un barranco
y ahora que soy mayor me cago en Francisco Franco ... "
Esto lo cantaba en 1968 y nadie aún sabe cómo no acabó mal. Desde entonces en las actuaciones con el Grup de Folk, Oriol era vigilado y en la mayoría de los casos no le dejaban ni cantar por temor a que no la liara. Años después, concretamente en 1975 cuando el personaje de Oriol Tramvia ya había tomado forma, gracias también a la ayuda de un hombre clave de toda esta etapa y a menudo demasiado olvidado, Albert Batiste, Oriol también fue invitado a participar en el primer Canet Rock. Sin embargo, la organización no se acababa de fiar de él y no le dejaron actuar en el escenario principal y lo relegaron a la carpa alternativa. Estos dos hechos dicen mucho de él y lo sitúan por encima de cualquier moda o tendencia punk o como se quiera decir. Oriol era Oriol, un tío auténtico, capaz de hacer temas como el "Bèstia!" o coger los versos de Joan Salvat-Papasseit y hacer la canción "Venedor d’amor". El mismo Oriol, ironizó y se burló del crítico musical de turno que por el hecho de hacer un tema como el "Venedor d’amor" publicó lo siguiente:
"Carece de esa desfachatez vandálica con la que había puesto música a los textos de Foix y Espriu. Es una pieza amazacotado, sosa, pedante y pesada. "
Oriol me explicó que este trabajo se grabó en directo porque él no quería entrar en el estudio. Era una etapa en la que tenía muy presente la cuestión del compromiso, el testimonio y la idea del directo, fresco, actual y sin trucos. Oriol se siente satisfecho de aquel resultado porque muestra muy bien el testimonio de todo lo que estaba sintiendo en ese momento con los músicos que tocaba. Coincidía en un momento en el que había unas expectativas y una esperanza con que todo podía cambiar y Oriol apostaba por la ruptura total.
Me imagino que el sueño de Oriol y todo lo que imaginaba y vivía no pasó de un sueño de un instante, sin embargo, gracias a este sueño y a aquel momento nos ha llegado un disco que se ha convertido en una referencia y que ha traspasado su propio tiempo y momento para erigirse como un clásico de nuestra música popular.